Comenzó a tratarse en la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda la Rendición de Cuentas 2022, última rendición de este período de gobierno. Un año más, la rendición no resuelve los problemas del Uruguay de hoy.
El diputado Enzo Malán puntualizó algunos aspectos indicando que la realidad muestra que: “el sueldo no alcanza, hay más gente ganando menos. Los trabajadores, vienen perdiendo por dos lados: por pérdida de salario y por pérdida de servicios; la pobreza en los menores de 6 años aumentó en 2022; no hay avances en la educación… hay retrocesos; no hay avances sustanciales en seguridad pública; las viviendas que iban a construir no aparecieron; rodea el entorno de gobierno un halo de corrupción, mentira y marketing; el trabajo, sus nuevas formas, el desempleo, la informalidad parecen no existir para el gobierno.
Han realizado un ajuste fiscal mediante la reducción de gastos. Hubo un ahorro acumulado de 555 millones de dólares en los incisos del gasto social (salud, educación: ANEP, UDELAR, vivienda, INAU, INISA, MIDES). En ANEP el ahorro ha sido de 222 millones de dólares.
El incremento presupuestal presentado es de 20 millones de dólares destinado a salud mental que se suma al ya presupuestado en la rendición anterior para 2024 de 70 millones. En conclusión, hay 90 millones de dólares de un ahorro de 555 millones.
El nivel de gasto público social se busca equiparar al punto inicial para cuando termine el período de gobierno, o sea en el 2025 se llegaría a lo del 2019…. pero con una economía que creció un 8%. ¿Quién se queda con la diferencia? El común de las y los uruguayos obviamente no. Por ejemplo, en educación, el presupuesto de ANEP era del 3,5 del PIB en 2019, ahora será del 3,2. ¿Cuánto faltaría para que cada inciso llegue a la misma participación que tenía de la riqueza, es decir al mismo porcentaje del PIB del 2019? 638 millones de dólares y sólo para empatar.
En conclusión, este fue un presupuesto, con rendiciones anuales del ahorro. Ahorro ideológico para favorecer la concentración de la riqueza (al bajar el salario, aumenta la ganancia) y la desestatización (reducir servicios). Según los cálculos del Ec. Fernando Isabella hubo una transferencia del trabajo al capital de 1000 millones de dólares. En definitiva, es el neoliberalismo, que sobrevivan los que puedan”.